Mi Amigo.

Si tú no hubieses estado,

Si tan solo en ti,

No me hubiese refugiado,

Hoy estaría perdido,

Sangrando por todos lados.

Si tú no hubieses venido,

Cuando de mi boca

Salía un triste gemido,

Cuando me encontraba solo

Destruido y sin amigos,

Seguro que hoy estaría

Deseando no haber nacido.

Pero me diste tu mano,

y tu esfuerzo no fue en vano;

Renovaste mis esperanzas,

Me infundiste la confianza,

Para salir adelante,

Y no quedar en el olvido.

Me abrazaste con fuerza,

Cuando me encontraba desfallecido,

Me sostuviste en tus manos,

Como un padre a su hijo.

Por eso hoy te agradezco,

Y estos versos te los dedico,

Por nunca haber pensado

Que era un caso perdido.

Por aguantar mis palabras

Que a veces te han herido.

Te doy gracias por el tiempo,

Que en mi has invertido,

Por las palabras sinceras,

Con que me has sostenido.

Que en el futuro recibas,

Todo lo prometido.

Estaré siempre, siempre agradecido,

Por tu cariño sincero,

Porque hoy y siempre serás Mi Amigo.

Confusión.

Ya no se a donde ir,
que camino tomar,
que salida escoger.
Si será el final
adonde llegaré
o la continuidad
de otra vida, tal vez.
¿Será vano mi esfuerzo,
por querer comprender?
¿Seré el único
que desea volver?
Las agujas del tiempo
se clavan en mi sien,
me desgarran los recuerdos,
las locuras de ayer.
Y mi vida se repite,
sin que nada pueda hacer.
Tan solo me quedaré,
esperando esta vez,
quizá la marea traiga
algo nuevo, no lo se.

Te fuiste.

Te fuiste...

desapareciste en la niebla

que cubría la mañana,

y que sin aliento nos dejaba.

Te fuiste...

dejando a tu paso

coronas de agua,

inundando el momento

de promesas sin sentido.

Y mis ojos se perdieron

detrás de los recuerdos,

esperando con ansias el reencuentro,

tratando de mantenerme despierto.

Te fuiste,

y todos continuamos viviendo;

los arboles del parque,

ellos también siguieron creciendo.

Las estrellas siguieron brillando en el cielo.

Te vas.

Te vas envuelta entre las nubes
de ese eterno amor,
que un día elegiste
y hoy esperas que no sea un error.

Te vas a una ciudad
donde las luces se encienden
cuando el sol está en lo alto,
y las rosas se despiden
de su encanto.

Te vas y yo observo
tus pasos temblar,
porque dudas de que esto
sea tu soñada realidad.

Y te preguntas otra vez
si debes ir allí,
si ganarás algo
o solo te arriesgarás.

Te vas y millones de gaviotas
sobrevuelan la oscura ciudad;
aquí nos quedamos callados,
mirando los recuerdos pasar.


Te vas a una tierra desconocida,
creada para soñar.

Te vas y espero que tu destino
sea la Felicidad.

Tesoro.

Nos conocimos de repente,
caminamos sobre aquella tierra extraña
donde nos vieron crecer,
donde el sol acariciaba nuestra sien
y la tarde se quemaba como el papel.
Parecía coincidencia,
cada ladrillo encajaba en la pared,
cada pieza formaba parte
de nuestro rompecabezas,
y la gente no miraba
cuando nuestras manos se juntaban,
aún en la distancia...
De repente formabas parte
de todos mi planes,
aparecías en cada pensamiento,
te sentía en cada movimiento,
como una extensión más de mi cuerpo.
Dibujamos el mapa
para volver a encontrar,
aquel tesoro escondido,
aquel país de "Nunca Jamas"
donde quedaron los recuerdos,
de una vida sin final.
Pero no es duradero
aquello que empieza en un sueño,
porque casi nunca
se convierte en realidad,
pasaron ya los años,
y no he podido encontrar,
tu silueta, ni tu sombra,
entrando por mi portal,
he deseado mil veces,
contigo poder conversar,
pero todo es mas difícil,
cuando un amigo no está.
Espero todavía encontrar,
aquel tesoro guardado,
aquellas horas de felicidad,
que conjuraron el tiempo
con la eterna realidad.

Dejar todo atrás.

Es difícil dejar todo atrás,
las cosas que hice para olvidarte
no salieron como esperaba
y ahora debo marchar.

Dejarte no me es fácil,
no confundas mi mirar.
Solo escondo mi dolor,
para que no me veas llorar.

Los recuerdos vuelven a empezar
y atormentan mi vivir
no me puedo resistir,
no me queda más que desistir.

Es difícil olvidar
que te amé como a nadie más,
y aceptar que ya nunca olvidaré
tu mirada angelical.

Te esperaré.

Te esperaré,
aunque el mundo se quiebre
y la vida nos deje
enclavados por siempre,
bajo un oscuro cielo
de promesas inertes.
Te esperaré,
aunque el viento y las olas
nos arrastren muy lejos,
muy lejos de la costa.
Te esperaré,
como todos los días,
impaciente por verte,
anhelando que el sueño
que revive en mi mente,
me devuelva la esperanza,
de volver a verte.
Te esperaré,
y aunque pasen los años,
esperaré muy paciente,
porque se que aquel día vendrá,
y nada podrá detenerme.

Elegía.

Cuando no puedo quererte,

Te quiero más todavía.

Cuando no puedo tenerte,

Te llevo en el alma mía.

Como un suspiro en el viento,

Se deshace la armonía

Que conjuga hoy tu pena,

Con mí melancolía.

Como un río inestable,

Nos encontramos en la vida,

Como un río que nadie,

Ha de cruzar todavía.

Más como un río que fluye,

Nos separamos un día.

Dejando todo en silencio,

Seguimos con nuestras vidas.

Pero la esperanza no ha muerto,

Se clavó como una espina,

Que inevitablemente

Fue dejado una herida

Esperando a que volvieras,

Para que fueras mía;

Ya los años han pasado,

Y no regresas todavía.

Yo me he quedado esperando,

Escribiendo esta elegía,

Como un niño sin su madre,

Como un Adiós, sin despedida.

Temor al olvido.

Existió un hombre, algún día,

en un año muy corriente,

que miraba siempre al pasado,

y no veía el presente.

Caminaba distraído

meditando en sus acciones,

recordando los momentos,

los horarios, las razones.

Se preguntaba seguido,

si tenia algún sentido,

escarbar en lo vivido...

le temía al olvido.

Nunca pensó demasiado

si el futuro diferiría,

de su anteriores días,

por lo tanto suponía...

Suponía que el mundo giraría,

y el sol igual saldría,

que la Luna alumbraría

su interminable rutina.

Suponía que nada ya cambiaría,

que la vida no tendría

ni sorpresas ni alegrías,

que tan solo, los recuerdos quedarían.

Y por no ver el presente,

se perdió entre su mente,

en miles de recuerdos

que lo dejaron inconsciente.

Se quedó paralizado 

recordando lo vivido,

porque él muy bien sabia

que el olvido llegaría.

Momento Feliz.

No hay palabras que describan

aquel momento feliz,

en que estando tú perdida,

me encontraste tú a mí.

Fue casual, nada forzado

como llegué a descubrir,

tu silueta jugueteando

muy cerquita del jardín.

Entre rosas y claveles

parecías distinguir;

eras más bella que ellas,

por lo menos para mí.

Y fue así como en silencio,

tú lograste revivir,

el amor que oxidado
estaba muy dentro de mí.

Recuerdos.

Esta tarde, los recuerdos regresan,
como hojas secas al viento
por mi mente se pasean,
dejando un aroma leve,
trayendo viejas promesas.

Aquella tarde de invierno...
aquellos besos siniestros...
el perfume de tus manos...
de tu rostro, la belleza...

Cuantos momentos hoy caen
junto a la lluvia serena,
que deshace la tristeza;
Cuantos momentos renacen,
como flor en primavera.

Y solo serán recuerdos,
perdidos a lo largo del tiempo.
Vivirán en mi memoria,
aún cuando ya no sea.

Mi boca.

No existe nada que borre

Lo que sale de mi boca,

No existe en la vida forma

De volver el tiempo atrás.

Si tan solo pudiera,

Callaría mil horas,

Pensaría mil veces,

Mucho antes de hablar.

Lastimé mucha gente,

Con mis crueles palabras;

Torpemente clavadas

Como un sucio puñal.

Espero poder algún día

Dominar a este animal,

Que galopa sin frenos,

Que atropella sin más…

De repente y sin aviso.

De repente y sin aviso,

Conocí el paraíso,

Cuando a tu lado pasaba,

Absorto en tu mirada.

Tú sonreías callada,

Y tus ojos no observaban

Mi corazón enfermizo,

Que desangrado gritaba,

Diciendo todo, sin decir nada.

De repente y sin aviso,

Me tropecé indeciso,

Fui cayendo sumiso,

De tus encantos omisos.

Y las palabras estaban

En nuestras mentes plasmadas,

Más ninguno dijo nada,

Por temor a que todo acabara.

De repente y sin aviso,

El amor nos encontraba,

Aunque ninguno lo quiso,

Más ninguno dijo nada.

Como una fría mañana,

En un verano perdido,

Todo fue inevitable,

Aunque nadie lo esperaba.

Decir Adiós.

Que difícil es decir adiós,
cuando nada se interpone entre los dos.
Cuando el cielo se oscurece
y se desvanece el amor.
Que difícil es decir adiós,
cuando sabes que el silencio
quedará como trofeo
de esta guerra sin razón.
Que difícil es decir adiós,
es mejor un Hasta Pronto,
y dejar una esperanza
que de vida al corazón.

No te hago promesas.

No te hago promesas

Por temor a sorpresas,

Porque muchos hablaron

Y dijeron locuras:

“Yo te bajo la luna”

“Te consigo una estrella”

Pero nadie ha logrado

Semejante proeza,

Y si le has creído

No quedarás ilesa.

El amor no se engaña,

Con palabras aviesas,

Más solo se consigue

Con ternura y destreza.

Desde el fondo de mi alma.

Te escribo desde el fondo de mi alma,

Como estrellas se estampan estas palabras.

Se dibuja entre las letras

El cariño, el deseo,

Lo que oculto en tu presencia.

Lo que mi boca no dice,

Lo dicen estas palabras.

Lo que no escuchas lo lees,

Desde el fondo de mi alma.

Quizá algún día te encuentres

Triste, perdida y sola.

Quizá un día no escuches

El canto, ni el vuelo de las palomas.

Lee estos versos de nuevo,

Y renacerá en tu alma

Como flores de primavera,

El amor que hoy te regalo

Desde el fondo de mi alma.

Soledad.

Cuando quiero algo

No lo puedo tener,

Cuando tengo algo

No lo puedo querer.

¡Qué insensatez!

Dejo que pase el tiempo

Para poder querer,

Pero el tiempo se lleva

Mi cariño otra vez.

Como un barco sin velas,

Que naufraga en el mar,

Mi esperanza se acaba,

Cuando veo la realidad.

Me desangro pensando

Si podré conseguir,

Algún día un cariño

Que devuelva mi sentir.

O será que en esta vida,

La soledad es para mí.

Luna de agosto.

La luna de agosto

No apareció en el jardín,

Se cayeron ya las hojas,

Se desvaneció tu candil.

Que andarás haciendo ahora,

Ahora que no estás aquí.

Pasaron meses, años…

Y tú no volviste a mí.

Acá, todo se vuelve gris,

La lluvia no me deja dormir,

Y la memoria ensangrentada

Me pregunta cada noche,

Que habrá sido de ti.

Las estrellas no brillaron,

Nada quedó por aquí,

Desde la última redada,

Ya nadie quiso salir.

Y mis amigos no entienden,

No saben porque estoy así,

Buscando tus caricias

Y todo lo que perdí.

Las gaviotas no volaron,

Viene lento Septiembre sin ti.

Espero que estés contenta,

O al menos, que seas Feliz.

Coincidencias.

Mira cuantas coincidencias,

En esta tarde de encuentros;

Yo pasaba por tu casa,

Y tú…ya me estabas viendo.

Vida lo que yo te dije,

Tiene una parte de cierto,

A pesar que no eres mía

Igual te sigo queriendo,

Como la primera noche,

Que juntos vimos el cielo.

Mira cuantas coincidencias,

Ya nada nos es incierto,

A mí se me parte el pecho

Cuando en tus ojos me veo,

Y tú no puedes nombrarme,

Sin dejar salir un “Te quiero”.

Que crueles son las heridas,

Que dejaste aquí adentro,

Cuando yo más te quería,

Te fuiste sola, en silencio.

Acariciando la tarde,

Nos vimos ayer de nuevo,

Tú mirabas las gotitas,

Que de mis ojos cayeron,

Y yo esquivaba la vista,

Para que no puedas verlo.

Mira cuantas coincidencias,

Ya nada queda en el huerto,

Donde ayer hubo amapolas,

Ahora hay cenizas y viento.

Todo se nos fue secando,

Y el amor, como un rio estrecho,

Cada día más sediento

Se termino deshaciendo,

Llevándose nuestros sueños,

Aumentando los silencios.

Mira cuantas coincidencias,

Tú sabes que yo te quiero,

Pero parece que ignoras

Que mi amor es verdadero;

Tienes mi vida en tus manos,

Y en tu mente mis secretos.

Ay si pudiera mi iría,

Me iría volando lejos,

Para llevar tu cariño,

Y esconderlo en otros cielos.

Bella como el jazmín.

Qué bueno es saber

Que tú estás aquí,

Brindándome el cariño

Que nunca merecí,

Curando las heridas,

Que afligen mi vivir.

Te agradezco siempre

Que te preocupes por mí,

Aunque yo tan solo sea,

Fútil como el polvo del jardín.

Si en mi vida no existieras,

Difícil seria vivir,

Si no te hubiese conocido,

Mejor sería morir.

Porque tú renuevas mis bríos,

Poderoso me haces sentir;

Me ayudas a ser amable,

Generoso y gentil.

Estoy muy agradecido,

Por poder hoy compartir,

Mis alegrías, mis metas,

Mis ansias locas de vivir,

Con una mujer hermosa,

Tan bella como el jazmín. 

No estarás Solo.

No estarás solo,

Siempre estaré contigo.

Aunque me encuentre lejos,

Aunque ya nada te quede,

Aunque nada te salga,

Y esta vida te apeste.

No estarás solo,

Siempre estaré contigo.

Seré el sol que despeja

Los nubarrones de la vida,

Seré el viento que se lleva,

La tristeza y la melancolía.

No estarás solo,

Siempre estaré contigo.

No es una promesa,

Sino una garantía,

De que siempre cuando quieras,

Podrás contar con mí querer,

Aunque lejos yo me encuentre,

Corriendo te iré a socorrer.

No habrá distancia que impida,

Que veas el amanecer,

Aunque el futuro parezca oscuro,

Mañana va a resplandecer.

No estarás solo,

Porque contigo estaré,

Cuando no tengas sueño,

Y cuando duermas también.

Estaré para que puedas

Desahogarte o permanecer

En silencio si es que nada,

Puede expresar tu doler.

No estarás solo,

Aunque el mundo

Se derrumbe a tus pies,

Aunque inútil e inservible

Parezca tu esfuerzo, Yo estaré,

Para mostrarte el camino,

Y acompañarte en el.

Para llevarte cargando

Antes de desfallecer.

No estarás solo,

Ni olvidado esta vez,

Si te sientes destrozado,

Yo te repararé.

Si no puedes levantarte

Mi mano te daré,

Si la vista se te nubla,

Mis ojos te prestaré,

Si no escuchas la alegría,

Mis oídos compartiré.

No estarás solo,

Contigo siempre estaré.

Y aunque no esté presente,

Contigo siempre estaré.