viernes, 7 de diciembre de 2012

Mar.


Te alejas de la costa,
con el viento a tus espaldas,
no le temes a la marea,
no se escucha a nadie gritar,
solo entras en el agua
con cada paso que das.

Te vas despacio
entre algas y caballos de mar,
no tienes a nadie a tu lado,
eres solo tu y el mar.

Las cosas que hiciste,
para olvidar todo lo que viviste,
no resultaron como esperabas;
te venció el tiempo,
se clavó en tu espalda como un puñal.

Pero el mar te atrae en su baile,
te ayuda a no recordar.
Las olas se vuelven más grandes,
tus penas flotando se van.

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