sábado, 10 de agosto de 2013

Persigo al viento.



No se por qué persigo al viento
y tu amor trato de alcanzar,
si se que cuanto más yo me aferro,
más te quieres escapar.

Traté de ignorarte un tiempo,
de tu nombre no pronunciar;
más cuando menos lo pienso
en mi mente vuelves a estar.

Creí que tu me querías
que me amabas de verdad,
aún así en la certeza
me niego aceptar la realidad.

Quizá desbordó mi locura,
ya ni se lo que pensar.
Quisiera que todo algún día
volviera a su lugar.


2 comentarios:

  1. Perseguir el amor llevado por el viento. Hermoso!!! Saludos Pablo.

    ResponderEliminar
  2. Así es, nadie puede atrapar con sus manos el viento. Lamentablemente a veces hay amores similares, aunque queramos o aunque estén muy cerca nuestro...nunca lo vamos a conseguir.

    ResponderEliminar